tipos de baile

Tipòs de bailes 




Baile de salón: es el estilo de baile llevada a cabo por una pareja, siempre de manera armónica y acompañados por la música. Data de una larga historia, en sus principios era una danza más bien popular, sin embargo en nuestros días es considerado un deporte llevado a cabo en distintas competencias



Baile africano: Generalmente se lo distingue entre las danzas religiosas o sagradas y las profanas. Más allá de su origen hay características que comparten: sin importar el número de bailarines forman un solo cuerpo, por lo general en círculo. A su vez el cuerpo se convierte en un medio para representar o dejar emerger espíritus, siempre respetándolos. Si bien son bailes que simulan ser alegres y sencillos son muy intensos y requieren un gran esfuerzo físico.


Baile contemporáneo: si bien utiliza técnicas del Ballet, surge como forma de rechazo a la danza clásica. Sus características promover la libertad de expresión y la emancipación, partiendo de una mayor flexibilidad en el movimiento.





Hip hop: es un tipo de baile que surgió en Estados Unidos durante la década de los sesenta, acompañando el género musical que lleva su mismo nombre, hip hop. Se caracteriza por ser un baile cargado de contenido hispanoamericano y afroamericano ya que su origen es en barrios populares de Nueva York.  A través de este baile se intenta representar la libertad


Disco: Es un género de baile que surge en las discotecas o también llamados “nightclubs”, que cobró extrema popularidad durante los años setenta. Toma muchas características de bailes latinos






Baile tecno: este es un estilo de baile muy reciente, surge a fines de la década del ochenta acompañando al género musical conocido como Electrónica o Tecno. El ámbito para ejercerlo generalmente son las discotecas.










pasion


¿Por que el baile es una pasión?

                           

                   El baile una pasión











Cuando me preguntan en qué momento de mi vida me di cuenta de que quería ser bailarina, la respuesta es fácil y contundente. "Nunca quise ser bailarina, siempre supe que lo era". La música, como una prolongación de mi persona o una extremidad más unida directamente a mi alma, dirigía mi vida.

Mis padres no decidieron llevarme a clases de Ballet, yo les obligue a hacerlo y aunque no existieran los medios, mi anhelo era tan grande que todo el universo conspiro para cumplir mi deseo

Así diría Paulo Coelho en su libro "El Alquimista": "cuando deseas algo con toda el alma, todo el universo conspira para dártelo.

Como enseñanza ,a los 4 años, veraneando con toda mi familia en un pequeño pueblo de la comarca ,desapareci entre la multitud. Mis padres y mis cinco hermanos mayores me buscaron desesperadamente, mientras yo bailaba felizmente siguiendo el ritmo de la orquesta municipal que marchaba por las calles. Evidentemente, mi destino estaba escrito, o quizás, mi pasión incontenible por la danza lo coreógrafo.

Horas y horas de incansable cansancio, una constante lucha llena de sacrificios en pro al amor al arte, un constante culto al ritmo irrefrenable del propio cuerpo, esclavitud a la libertad de expresión y venta directa al por mayor del alma al diablo interior del perfeccionismo. Después del glamour (atractivo) de las luces, los aplausos, los vestuarios de ensueño, el maquillaje, viajes con todos los gastos pagados y el constante alimento del ego disfrazado de artista, se esconde el otro lado de la luna . El dolor de las interminables lesiones físicas, nombrando las psicológicas (bulimia, anorexia, ansiedad ...), el rechazo al propio cuerpo, esclavo del espejo y nunca suficientemente perfecto. La necesidad de ser adulada por el trabajo bien hecho, tan pocas veces agradecido. La competencia con uno mismo o los demás y el abuso psicológico de coreógrafos y directores artísticos que utilizan tus ansias de bailar como instrumento manipulador a su libre albedrío.

Sin embargo, mi corazón de bailarina, la que colgó las zapatillas años atrás, todavía se emociona en un "pas de deux" entre mi alma y mi cuerpo, mientras la eterna melodía del agradecimiento a la vida por dejarme vivir de lo que más amo, me acompaña en el resto del camino.

Como siempre digo: "yo no elegí bailar, el baile me eligió en mí" y tras el telón, sólo me queda aplaudir el mérito de conseguir mi sueño.

                                                                                 Eva Texidó

 

que es el baile



¿QUE ES BAILAR?




El baile es de esas “cosas” que se acoplan perfectamente al dicho que dice: “una vez que lo aprendes no lo olvidas nunca más.”

Al principio no tienes ni idea. Da miedo el riesgo a caer, a no poder hacerlo, a hacerlo mal. Da miedo incluso morir en el intento. Cuanto más grande eres cuando lo intentas por primera vez, más te lo piensas. Pero una vez que te decides y lo haces, no hay vuelta atrás. Te conectas con la música, con el momento y comienzas a vivirlo. De pronto, ya no puedes parar.

Para bailar no importa la edad, el sexo, la raza, la cultura, la religión, el idioma. No importa la profesión, ni los gustos intelectuales. 

Bailar también es hablar con el cuerpo. Es un lenguaje. Histórica y culturalmente el baile, la danza, han sido maneras de comunicarse con el otro. Actualmente lo siguen siendo. Entonces bailar es también una manera de relacionarse, una vía segura de interacción con el otro. Al bailar nos conectamos con la música, pero también nos conectamos con nuestro entorno. Y es en esta interacción donde sucede la magia. Nos relacionamos mientras nos movemos, nos conocemos a nosotros mismos pero también conocemos al otro, bien sea nuestra pareja, bien sea nuestro grupo de baile.